Madrid, 1 de febrero de 2007.- Reporteros Sin Fronteras ha hecho público su Informe Anual 2007, que traza un balance de la situación de la libertad de prensa en 98 países. El documento se ocupa de las principales violaciones de los derechos de los periodistas cometidas en 2006 y ofrece perspectivas temáticas y regionales sobre el estado de la libertad de los medios de comunicación, y de los sitios de Internet, en todo el mundo.
El informe se puede consultar en línea en www.rsf.org y descargarlo, en su totalidad o por zonas geográficas. Está disponible en cuatro idiomas (inglés, francés, español y árabe).
“Este informe censa las peores violaciones de la libertad de prensa cometidas en los Estados represivos, desde Corea del Norte hasta Eritrea, pasando por Cuba y Turkmenistán. Pero también se interesa por las democracias, en las que faltan por llevar a cabo algunos progresos”, ha escrito Reporteros sin Fronteras.
“De ahora en adelante nos sentiremos preocupados por la evolución de la situación en
Más allá de estas cifras, referidas sobre todo a los periodistas muertos o encarcelados, Reporteros sin Fronteras quiere dar la señal de alarma al término de un año 2006 marcado por la poca ambición, y a veces incluso la renuncia, de los países democráticos, a la hora de defender los valores que están destinados a encarnar. “Aunque en todo el mundo, o casi, se reclama de los derechos humanos, a la vista de los silencios y las prácticas de unos y otros cabe preguntarse quien tiene ahora la autoridad moral requerida para encarnar una defensa sin complacencia de estas libertades”, indica Reporteros sin Fronteras en el preámbulo de su informe.
El caso de las caricaturas de Mahoma, publicadas en Dinamarca, cristalizó la atención del mundo entero sobre la cuestión de la libertad de expresión, y el respeto a las creencias religiosas. También en este asunto, los Estados democráticos ni siquiera aseguraron el servicio mínimo a Dinamarca - cuyas representaciones diplomáticas se habían convertido en objetivos- ni a los periodistas amenazados o detenidos. Como si, temiendo enemistar con los regímenes árabes o musulmanes, Europa hubiera abdicado entre otras cosas de toda voluntad de hacerse escuchar.
En Oriente Medio los periodistas siguieron pagando el precio de la inestabilidad crónica de la región. En Irak mataron al menos a 65 profesionales de la información y en el país aumentaron los secuestros, lo mismo que en los Territorios Palestinos. Y, a pesar de las repetidas promesas de sus dirigentes, los Estados del mundo árabe no experimentaron ningún avance democrático significativo.
En América Latina, el asesinato de cerca de una decena de periodistas en México, en medio de una casi impunidad, el hecho de que en Cuba mantengan detenidos a más de veinte periodistas, la degradación de la situación en Bolivia, que sin embargo era hasta ahora el país del Sur mejor colocado en la clasificación que establece anualmente Reporteros sin Fronteras, son otras tantas señales que deben incitar a la comunidad internacional a una mayor vigilancia.
Las violaciones de la libertad de prensa en Asia alcanzan umbrales alarmantes: en 2006 mataron a 16 profesionales de los medios de comunicación, detuvieron al menos a 328, agredieron o amenazaron a 517 y censuraron no menos de 478 medios. Allí la censura sigue siendo un fenómeno ampliamente extendido. Son muy pocos los países de Asia donde se puede decir o escribir todo.
Despreciar a los periodistas fue una constante en numerosos Estados africanos. Los gobiernos del Cuerno de Africa fueron los más autoritarios con la prensa en 2006. Por otra parte, en el continente persiste la impunidad y los asesinos de periodistas en Gambia, Burkina Faso y República Democrática del Congo, entre otros, continúan disfrutando de la protección de unos gobiernos cómplices, o de unos responsables políticos todopoderosos.
Finalmente, las dictaduras en
Fuente: Reporteros Sin Fronteras- FAPE
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